domingo, 18 de febreiro de 2018

Educación, lenguas y política.

   Empiezo aclarando un aspecto muy importante. DESCONOZCO como funciona la educación en Cataluña, como está organizado y si realmente existe un problema de adquisición del castellano y del catalán.
   Aclarada mi ignorancia, quiero manifestar mi malestar, mi cansancio y mi hartazgo con las noticias que estoy a leer sobre un supuesto intento para que los padres escojan la lengua vehicular de los niños escolarizados.

   Empecemos por la legislación, la LOMCE, ley orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa y que modifica a la LOE,  señala en el art. 17 referido a los objetivos de educación primaria en el punto e, que la educación primaria contribuirá a desarrollar en los niños y niñas las capacidades que les permitan "e) Conocer y utilizar de manera apropiada la lengua castellana y, si la hubiere, la lengua cooficial de la comunidad autónoma y desarrollar hábitos de lectura". Seguimos avanzando de etapa, llegamos a la ESO, artículo 23, objetivo "h) Comprender y expresar con corrección, oralmente y por escrito, en la lengua castellana y, si la hubiere, en la lengua cooficial de la comunidad autónoma, textos y mensajes complejos, e iniciarse en el conocimiento, la lectura y el estudio de la literatura". Ambos objetivos señalan por lo tanto que al finalizar la educación obligatoria el alumnado debe tener un dominio suficiente de ambas lenguas cooficiales si las hubiere. Hasta aquí no puede haber discusión, son hechos. Es una ley y por lo tanto se debería cumplir.
   Y ahora que tenemos claro lo que el sistema educativo español pide sobre las lenguas, el único problema y la única discusión sería la metodología para lograr estos objetivos. Creo por lo tanto oportuno que los encargados de discutir, organizar e implementar las formas de lograr que los alumnos dominen ambas lenguas serán los "expertos", profesores, pedagógos, psicólogos y cualquier otro especialista con conocimientos en la enseñanza.
   Vereis que no he incluido dos partes, los políticos y los padres. Los políticos porque entonces se incluirían en las metodologías sus ideologías, la opinión de sus totantess u otros intereses. Y los padres, porque a pesar de ser los máximos responsables en la educación de sus hijos, no tienen porque conocer cual es la mejor manera de enseñar dos lenguas a lo largo de los años que dura la educación obligatoria.
  El problema, y lo que a mi me cabrea, es que en realidad los que  toman las decisiones son los políticos y no todos saben que es la enseñanza y mucho menos como llevarla a cabo. Y si tienen que hacer caso a unos padres, porque les dan votos, pues se les hace caso.
   Imaginémonos que habláramos de sanidad y el pediatra a la hora de tratar una gripe (por ser suaves) les preguntase a los padres, si consideran que se debe tratar con amoxicilina, con un placebo, con paracetamol o con alprazolan. El objetivo es curar al niño, el que sabe es el profesional sanitario, pero que lo decidan los padres, como las vacunas. Ustedes saben.
   Y termino, los padres quieren lo mejor para sus hijos. Pero no todos saben como conseguirlo. En sanidad, en un taller mecánico o en educación deben estar los profesionales que sepan el mejor camino para lograr el objetivo. Y por supuesto pasado un tiempo se debe valorar y si no funciona, descubrir los errores y subsanarlos.
   Las lenguas señores, son un sistema de COMUNICACIÓN, por lo tanto de entendimiento no de pelea. ÚSENLAS.